A veces todo sucede tan rápido, que al meditarlo todo encaja a la perfección sin saber como fue que no se haya descubierto antes el clímax de la historia. En otras veces todo se desenvuelve lentamente, cada paso es un millar de siglo y cada pensamiento es una historia oculta... Ya sea rápido o lentamente las cosas suceden, son como piedras que ruedan y giran tomando su curso sin detenerse, sin mirar atrás y sin freno alguno.
Cuando conoces a una persona, tu vida cambia, para bien o para mal altera el ritmo cotidiano y lo reemplaza por uno más activo, hasta se podría decir espontáneo... en donde no hay un punto de retorno.
De esa manera haz entrado a mi vida, sin marcha atrás, con remordimientos y obstáculos te haz adentrado en mi cotidianidad espontánea y me haz hecho una esclava de esos momentos furtivos en los que solo puedo robar tu voz, guardar tus palabras y recordar tu mirada...
Me haz enmarañado el alma, me haz devuelto la inquietud, me haz descubierto el corazón...
